4/10/08

Una idea que comienza a hacerse realidad

Desde hace algún tiempo, se venía manejando la idea de realizar un "reencuentro" con todas aquellas personas que, habiendo nacido en Chacantá por diversas razones emigraron a otros pueblos, ciudades, estados o incluso países. En esta dirección y ante la cercanía de las ferias del pueblo que se organizan en el mes de diciembre, un grupo de personas conformado por: Nina Molina, Edilmer Molina, Samuel García, Dolores de García, Oswaldo Molina, Nelson Molina, Antonio Contreras, Pascual Molina, Álvaro Guerrero, Nélida Méndez, Oriol Molina, Ramón Peña, Edilio Molina y Danny Molina, se reunió el pasado día 9 de septiembre en la ciudad de Mérida, para dar inicio a las primeras actividades con miras a la realización de dicho evento, que se hace extensivo a quienes sin haber nacido en Chacantá, tienen allí parte de su ascendencia.


El "Primer Encuentro" se realizará en el marco de la Feria de Chacantá 2008, es este sentido, se incluye su afiche promocional con las candidatas participantes del reinado y la programación con las distintas actividades que se realizarán a los largo de los últimos séis días del presente año.


Chacantá, uno de los "Pueblos del Sur"


Los Pueblos del Sur están ubicados en Venezuela, en la región de Los Andes, y más precisamente en el Sur del estado Mérida. Está región geográfica abarca los municipios Aricagua, Arzobispo Chacón, Guaraque, Padre Noguera, así como parte de los municipios Campo Elías, Libertador, Sucre y Antonio Pinto Salinas.

El municipio Arzobispo Chacón está conformado por las parroquias: Canaguá -capital de municipio-, Capurí, El Molino, Guaimaral, Mucuchachí, Mucutuy y Chacantá.


El pueblo


Reseña histórica


En el año 1.617 llegó un grupo de indios bravos que venían de luchar contra los colonos españoles de Pedraza, quienes tenían el espíritu guerrero de su raza, las ciencias seculares de sus tradiciones, la práctica del cultivo de la tierra y la belleza de la mujer española que habían conquistado en la inmensidad de la Llanura. Todo ello consta en los textos de visita del Oidor Alonso Vásquez de Cisneros. Dos años más tarde, nos informan los mismos documentos que ya estaba plenamente establecido el pueblo. Así comenzaban, con dos frailes, tres caciques, un reservado, las hijas de un encomendado, 56 indios útiles y 56 chusmas, sin contar a la mayoría que no quiso salir del monte.

Entre sus primeros habitantes estaban los “Giros”. Un antiguo informe señala que los pobladores del Valle del Mucuíno eran peleadores e infieles, porque se resistían a estar bajo el dominio de algún encomendero. Chacantá -paso de Los Andes- fue habitada por una parcialidad de los indios Aricaguas o “Giros” que poblaban toda la región del Sur merideño y que tomaban nombres de cada lugar. Así se llamaban Mucutuyes, en Mucutuy; Mucuchachíes, en Mucuchachí y Chacantaes en Chacantá, hoy día parroquia del municipio Arzobispo Chacón. Siglos más tarde, el pueblo sería re-fundado por Don José del Rosario Molina “Chayo” quien gestionó la compra a Pilar Contreras, por un precio muy bajo, del terreno conocido como “Llano Arriba”, que comprendía desde lo que se conoce hoy como “La Redoma” hasta el lugar del asentamiento del poblado. La primera iglesia que hubo en Chacantá fue una capilla con paredes de bahareque, techo de teja y pisos de ladrillo rojo quemado, edificada por José del Rosario Molina con la colaboración de varios de sus hijos y familiares, posteriormente sería construida la casa de la actual sucesión Molina y luego otras más, que conformaron en aquel entonces el núcleo de este asentamiento poblacional.





Para el año 2001, cuando se efectuó el más reciente censo nacional, el pueblo de Chacantá poseía una población total de 377 habitantes, de los cuales187 eran hombres y 190 mujeres. Posee una temperatura promedio de 18.5 º C con una altura a nivel de la plaza Bolívar de1520 msnm. -medición tomada con GPS y verificada con datos del censo 2001 y del Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar-.




3/10/08

La parroquia



La parroquia Chacantá esta definida por los límites de la cuenca del río Chacantá; único río de la parroquia del que son afluentes diversas quebradas, entre las más importantes: Qda. Honda, Qda. Los Rastrojos, Qda. El Palmar, Qda. El Toro y Qda. El Urumo. Su superficie es de160 km2 aproximadamente. En esta área se encuentran alturas que van desde los 1100 hasta los 3150 msnm con una precipitación media anual de 1128 mm. Para el año 2001, cuando se realizó el último censo nacional, poseía una población de 1932 habitantes -1009 hombres y 923 mujeres- repartidos a lo largo y ancho de asentamientos poblacionales y aldeas. Las más conocidas son: El Carrizal, La Montaña, Mucurandá, El Rincón, Loma de la Caña, El Cambur, La Hacienda, El Cotudo, El Curo, El Guamal, Mucutapó, El Oso, El Chorro, El Palmar, El Urumal, Mucumboco, Los Rastrojos, Mocayes y Piedra Blanca. -Datos provenientes del censo 2001 y del Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar-.



Crónicas y tradiciones

En la fotografía inferior, tomada en septiembre de 2003 en la aldea "El Carrizal", se encuentran Doña Felicita Flores y Don Macedonio Contreras, sencillos y dignos representantes de nuestra gente.



En Chacantá, al igual que en el resto de los "Pueblos de Sur", aún se siguen manteniendo tradiciones que no han sucumbido con el tiempo, ni con las cada vez más presentes influencias foráneas. Una de ellas es el "amasado de pan". Ardua tarea, que en los primeros días santos se realiza como bastimento para el resto de la semana, en una jornada siempre impregnada del añorado y familiar olor a ramas de cínaro soasadas, que se produce cuando las escobas, hechas de éstas, preparan el horno, barriendo de su interior el remanente de pequeñas y ardientes brasas.






HISTORIA DE LA ANTIGUA CÁRCEL DE CHACANTÁ, HOY CASA DE LA CULTURA “HERLINDA MOLINA DE RODRÍGUEZ” Recopilación hecha por: Ildemaro Molina


Narrada por los mismos hombres que la vivieron en este pedazo de tierra andina. Chacantá, sonido fuerte de expresión aborigen, habitado por nuestros ancestros de descendencia Caribe. Indios Giros, seres de vida valiosa que no se dejaban someter fácilmente por el yugo colonizador enviado de España. Hoy el pueblo y sus aldeas son lugares habitados por hombres y mujeres que llevan en su sangre genes mezclados de dos culturas que en el pasado se enfrentaron con arma en mano; los primeros para defender lo que Dios y la naturaleza les asignó, los segundos para apoderarse, saquear y violentar derechos, formas de vida y propiedades ajenas.

Esta mezcla de razas dio como resultado el surgimiento de hombres rebeldes de temperamento cambiante, hombres agresivos, que vivían atemorizando a los más débiles, cosa por la cual la comunidad se puso de acuerdo con las autoridades, para continuar la cárcel... allá por el año 1.900 y de esta manera comenzar a castigar a tanto michoso, peleador y a bandoleros que venían de la Villa de Bailadores en lomo de caballos a robar ganado, plata y oro.

La cárcel del pueblo, fue construida por el maestro tapiador Don Timoteo Guerrero y sus ayudantes: Meliton Molina, José Márquez y otros de los que no se recuerdan sus nombres. Para ese entonces gobernaba según Don Hermes García, un tal “Cardona” Presidente de Venezuela; Pancho Parra como Gobernador del estado Mérida y el Juez Ramón Molina -Petaca- quien era la máxima autoridad en la región de Canaguá y zonas adyacentes.

A continuación se nombra a un grupo de hermanos que estuvieron presos, solamente se sabe que Vicente Contreras, estuvo preso por peleador peligroso, Pilar Contreras, Carmelo Contreras, Segundo Contreras, quien era catalogado como el mejor Chalán y hombre a caballo y además de una mujer de nombre Petra.

Esta corta Historia, nos narra algunos fragmentos de vida de esta comarca que paso a paso, se ha ido desintegrando por la presencia de la ttransculturaciónransculturación. Debemos agradecer a estos hombre que retornaron al pasado, por medio del recuerdo latente en sus mentes, para que nos contaran un poco de historia. Historia que nuestros abuelos se han ido llevando sin que nadie se haya ocupado de rescatar. Gracias a estas personas hoy la casa de la cultura posee estos fragmentos históricos para el recuerdo, la culturia y la educación de presentes y futuras generaciones. Agradecemos a: Don Florencio Contreras, 69 años, agricultor; Don Hermes García 70 años, agricultor - comerciante; Don Pedro María Molina, 80 años, agricultor - comerciante; Don Francisco Parra 90 años, comerciante; Don Rafael Contreras, 85 años, agricultor - comerciante; Don Calófero Contreras, 87 años, agricultor.



“HISTORIA DEL CEPO” Recopilación hecha por: Ildemaro Molina


La historia aquí narrada, sus palabras, sonidos y frases salen de cada una de las bocas de las personas entrevistadas. En este sentido, no se ha querido adulterar su forma de expresión popular, porque sería contradictorio con la idea de rescatar y conservar la idiosincrasia como patrimonio histórico cultural. El cepo es un instrumento de madera que fue fabricado con la intención de castigar a tanto “michoso”, “busca pleito”, “a bandoleros” que venían de otros lugares a robar y hacer maldad y a unos cuantos desbarajustados de la “cuínara” -locos-.

Este cepo fue fabricado en la época del Benemérito General Juan Vicente Gómez -Presidente de Venezuela- en el año de 1.920. Lo fabricó Don Pascual Rodríguez como idea de la comunidad. Según las personas entrevistadas dicho cepo estaba ubicado en la antigua plaza, debajo de un árbol llamado “Curo Cimarrón”. Unos dicen que fue fabricado con: Monji, Vero, Gurapo, otros dicen que es Pino Montañero o Tirigaro. Ninguno de los informantes ha coincidido en el nombre y con el tipo de madera que se utilizó.

La Historia recopilada hoy, nos cuenta que en “este par de maderos con once guecos” estuvieron encepados y castigados por la autoridad civil o "Jefe de aldea” las siguientes personas: “Mercedes Flores", por borracha y peleadora con los hombres, dicen que una vez esta mujer lo arrastró y lo tiró por la peña de la quebrada El Urumo, igualmente estuvo encepado Miguel “cojo” por pelear con la mujer antes mencionada. Las siguientes personas estuvieron encepadas por trastornos de la cuínara: los hermanos Ceferino y Eleodoro Parra -este último en un momento de locura se lo cargo en los hombros y lo lanzó por la peña de la capilla-, Hermes Molina, Jesús Contreras, Adolfo Márquez, Onofre Molina y Teófilo Márquez, quien por tener las “patas” pequeñas y delgadas, siempre se escapaba. Un día decidieron hacerle otro “gueco” de acuerdo al tamaño de sus pies y de esta manera no pudo volverse a soltar, pero una mañana en que se encontraba encepado, alguien le llevó auyama con algo más como desayuno, en un pequeño descuido, se untó las sobras de la auyama en la “caña del maneadero”, forcejeó hasta que pudo deslizar su pié por el pequeño “gueco” que lo tenía aprisionado, para darse a la fuga y desaparecer de la vista de las autoridades.

Esta es la historia de un instrumento que sirvió como escarmiento, para tantas personas que, según cuentan, tenían un comportamiento desequilibrado o que atentaban contra la paz, las buenas costumbres y la tranquilidad de este poblado en un pasado cercano.

Vías de acceso



Ya sea para el movimiento de viajeros y turistas o para "sacar" las cosechas agrícolas que se producen, Chacantá cuenta con varías vías de acceso, entre ellas destacan: la carretera hacia Mérida, vía Pueblo Nuevo del Sur, cuyo recorrido es el más corto de todos; la vía hacía Mucuchachí, a través de la cual se puede acceder, ya sea a la ciudad de Mérida, pasando previamente por Mucutuy y San José o al estado Barinas vía Caparo; finalmente la vía que conduce a Canaguá y que luego de pasar por el Molino permite llegar a la población de Estanques o a Tovar si en la "Y" del Molino se desvía hacía Capurí.

Manos a la siembra

Desde siempre Chacantá ha sido una parroquia con vocación agrícola, a lo largo del tiempo sus habitantes han ido modificando -forzados por las exigencias de la demanda y de la necesidad de subsistencia- los rubros agrícolas cultivados, pasando de épocas de una variedad importante a otras caracterizadas por el monocultivo. Sin embargo, hoy día se podría decir que las tierras de la parroquia, son aptas para la siembra de una gran cantidad de especies vegetales, entre las que destacan: el apio, el café, el maíz, la papa, la cebolla, el ajo, el cambur, la yuca, la caraota, la naranja, etc.